(1)
Ojalá os gustase tanto traer la paz,
como dijo Jesús, que una semana.
Ojalá el deporte olímpico fuera el amor,
y no la hipocresía, que genera dolor.
Desearía que la gente tuviera
en cuenta la historia,
y viera como es de verdad
la actitud de la Iglesia.
Desearía que los comunistas
fueran creyentes y no ateos,
porque ellos defienden, también,
la dignidad de los obreros,
de los pobres, de los marginados,
de los indeseados.
Hijos de Adán y Eva
que están viviendo un infierno.
(3)
Cada uno cree en lo que quiere, es cierto. (4)
Sed puros, infalibles, decentes, éticos, coherentes.
Cada persona es libre, de momento.
Yo también creo, en el amor sí, en dar paz a la gente.
Pero, creer sin pensar es para cobardes sin aliento.
Y, si eres cristiano, lo serás todo el año, amigo,
Quiero ver vuestro corazón fuera, sin remordimientos
Dios nos ve, nos señala con el dedo cuando estamos perdidos.
(2)
Me gustaría estar en un lugar
Me gustaría estar en un lugar
que adora a santos vivos,
y no espera a matarlos para
arrepentirse de sus pecados.
Me encantaría separar
la doctrina misma del Estado,
para que demostrasen que no
son ratas de alcantarillado.
Me apasionaría ver
a curas sabios,
aunque solo vea
a hombres homófobos,
adoctrinados por la pasión
de ser conservador,
que se creen dignos
por traer una salvación.
Miércoles de ceniza,
arden las mentiras,
las hipocresías,
hierven las añoranzas,
las palabras
por mejorar esta terraza,
de pobres de esperanza.
Pido calma para aquellos,
que no tienen nada, y creen en todo.
Hay que ver la vida desde propia perspectiva,
y no estar influenciado.
Adoraría ver a una creencia, decir que se ha equivocado,
y rectificar, pedir perdón, por tantos fantasmas del pasado.
Pero más, más me haría feliz, me reitero
observar que sus seguidores saben lo que hizo.
*Nota: leer dicho poema en un ordenador. En un teléfono móvil no se aprecia la estructura del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario